en esta entrada no vengo con optimismo, porque ya he empezado clases de nuevo. Me sentía como un puto zombi durante primera hora...
No me despiertes, mierdaZzzzZzZ...
Es que es una pasada, volver a clase y que tengas que soportar al pesado/a de turno (en mi caso una tía superpelma) diciendo cosas sin sentido o hasta ofensivas hacia tu persona. (en mi caso, esa tía no ha parado de molestarme con indirectas sobre "eres otaku y eso no me gusta".)
Es que he puesto esa cara cuando me he hartado de ella!
Encima, hay clases que ni te interesan ni te importan, que a veces llegas a odiarlas, y quieres decir: YAMERO SENSEI!! (decirle que pare a grito pelado, porque no te gusta nada ese tema). Pero el profe nunca parará.
Imagínate, querido lector de este blog: estar en clase con esas 3 cosas a la vez (sentirte como un maldito zombi, pesado/a de turno y asignatura odiada) y sentirás lo que he sentido yo: CABREADÍSIMA!
Es un no parar de esta emoción.
En conclusión, la vuelta a clase en mi instituto es sentirte más jodido que el villano principal de una serie anime.
Y este, espectadores, es el final de la entrada de hoy. La próxima entrada será sobre los tipos de "deres", que en mi opinión es un tema muy agradable de investigar.
Goodbye
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